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Lejos del bullicio y las playas de Ibiza, Lola y Ricardo eligieron el noroeste de la isla para celebrar su boda en el campo, su rincón preferido desde hace años.

La idea de vestido la tuvo clara desde el principio y Helena Mareque le ayudó a materializarla. Estilo años 20, en crepe de seda y de líneas aparentemente sencillas pero con esa riqueza de trabajo que distingue los vestidos de Helena. Ablusado por delante, con la espalda al descubierto pero delicadamente protegida y dos tirantes bordados con maravillosas mimosas. Como detalle para los hombros, unas flores hechas a mano con pailletes, lentejuelas y plumas de marabú en verde agua. Y como broche final, un increíble velo antiguo que Helena le prestó y que colocó cubriendo la cabeza para que pudiera apreciarse la delicadeza del bordado.

También tenía claro el peinado. Un moño imperfecto y suave formado por trenzas, con el suficiente movimiento para que fuera deshaciéndose de manera natural a medida que pasaban las horas. Maquillaje en tonos rosa y melocón y brillo de labios. No hay mejor aliado que la naturalidad!

La misma mañana de la boda y sin haberle dado muchas indicaciones, la prima de Lola se encargó de hacerle el ramo con flores del campo, que los pajes llevaban igual en pequeñito.

La ceremonia se celebró en la iglesia de Sant Miquel de Balanzat, pequeña y sencilla pero con un piano de cola que permitió que Lola cumpliera uno de sus sueños: sus dos instrumentos preferidos, el piano y el violín, sonando juntos.

Tras la ceremonia, se perdieron por los campos de los alrededores de la finca…donde las fotografías de El Marco Rojo hablan por si solas.

Felices y a bordo de un Cadillac familiar llegaban Can Gall, una finca llena de encanto donde disfrutaron de una cena a base de productos locales y con algún toque italiano en honor a la familia de Ricardo. De postre, un buffet que encantó a los invitados: mini cheesecakes, macarons, fresas con chocolate, lemon pies…

La fiesta estuvo llena de sorpresas: un saxofonista tocando en sintonía con el DJ, sombreros de cowboy, gafas gigantes, antifaces…y para rematar Lola acabó en la piscina bailando Venecia de Hombres G!

Y si os ha gustado tanto como a mí…os dejo el vídeo resumen de la boda y del trash the dress del día siguiente para que disfrutéis de todos los detalles y os contagiéis del buen rollo que desprende.

Da gusto ver novios así de felices! 🙂

Animo con el martes!!!


Peluquería y maquillaje: Bellisima Ibiza

Catering: Eat Ibiza